miércoles, 23 de junio de 2010

Aparatos alectrodomesticos contaminantes por radiacion

CONTAMINACIÓN ELECTROMAGNÉTICA









El medio ambiente natural está trastocado desde la aparición de campos electromagnéticos artificiales. En los últimos tiempos se ha producido un espectacular aumento del fondo electromagnético, originado por líneas de transporte eléctrico, transformadores, antenas emisoras de telefonía, radio y televisión, radares, aparatos eléctricos, teléfonos móviles, teléfonos inalámbricos, electrodomésticos, etcétera, dando lugar a lo que podemos denominar: contaminación electromagnética.

Nos encontramos sometidos constantemente a radiaciones artificiales de forma indiscriminada, a pesar de los consabidos riesgos que ello supone y, lo que es más grave, de hecho continúa aumentando sin ninguna clase de control, pues la ausencia de legislaciones coherentes con la problemática permite esta exposición incontrolada. Por todo ello, podemos afirmar que el delicado equilibrio del medio ambiente natural ha sido substancialmente alterado.

En los países industrializados gran parte de la población está expuesta, en mayor o menor medida, a campos electromagnéticos potencialmente peligrosos para la salud. Esta exposición sucede tanto en las viviendas como en el lugar de trabajo e incluso en calles, parques, escuelas, geriátricos y hospitales.

El umbral de riesgo viene marcado por la sensibilidad o predisposición personal, aunque existen unos valores límite orientativo, concebido en base a las investigaciones independientes realizadas. Si bien, en principio, cualquier variación de los niveles de radiación natural tiene un efecto biológico sobre los organismos expuestos.

El aumento desenfrenado de focos emisores de contaminación electromagnética (líneas de alta tensión y de distribución eléctrica en general, estaciones de transformación, electrodomésticos, vías de transporte electrificadas, emisoras de telefonía móvil, radio y televisión, radares, etc.) ha añadido nuevos factores de riesgo para la salud de las actuales generaciones y para las futuras, ya que este tipo de contaminación puede afectar a la información genética.



¿Cuáles son los focos más frecuentes de contaminación electromagnética de extremadamente bajas frecuencias?


Los campos electromagnéticos (CEM) de baja frecuencia (50 Hz) se generan alrededor de las líneas eléctricas de alta, media y baja tensión y en general de los cables de cualquier instalación eléctrica.

También los generan cualquier equipo eléctrico que esté en funcionamiento: motores industriales o electrodomésticos, caso de secadores de pelo, batidoras... (suelen provocar campos muy elevados, que por su cercanía al operador o usuario pueden provocar altos riesgos si la exposición es prolongada), equipos electrónicos (ordenadores, equipos de música, televisores...) transformadores (hay que tener en cuenta que muchos aparatos o electrodomésticos los llevan incorporados).

¿Cuáles son los focos más frecuentes de contaminación electromagnética de radiofrecuencia?

Las radiofrecuencias (RF) son emitidas principalmente por antenas de telefonía, radio y televisión. Según el tipo de antena la radiación se dirige hacia una zona determinada (unidireccionales) o más ampliamente (omnidireccionales). No hay que olvidar otros focos de radiofrecuencias, caso de los hornos microondas o los radares.

¿Por qué nos afectan los campos electromagnéticos?

Nuestro organismo y el de todos los seres vivos, funcionan mediante corrientes eléctricas y magnéticas muy débiles. Este es uno de los motivos principales de que campos electromagnéticos artificiales provoquen trastornos en su funcionamiento, que se traducen en síntomas; caso de alergias, cansancio crónico, insomnio, migrañas, cambios de comportamiento, ansiedad, falta de concentración, entre otros muchos, e incluso graves enfermedades, caso de cierto tipo de cánceres en adultos, leucemias en niños, abortos, problemas cardiacos..., tal como indican muchas investigaciones científicas. ¿Cuáles son las investigaciones más relevantes?

Existen en la actualidad miles de trabajos sobre campos electromagnéticos y salud. Es obvio que si no hubieran resultados que indicara la existencia de riesgos en las conclusiones de estos trabajos no se hubiera investigado tanto en esta línea.

En el año 1992, el Instituto Karolinska de Estocolmo presentó los resultados de su trabajo sobre el efecto de los campos electromagnéticos en las personas. El ámbito temporal que abarcó la investigación epidemiológica fue de 25 años, sobre una población de cerca de 500.000 personas que vivían cerca de líneas de alta tensión.

Los resultados fueron concluyentes: a partir de las 0.2 microTeslas (200 nanoTeslas), aumentaron considerablemente los riesgos de las personas expuestas. La conclusión fue que: a menor distancia con respecto a la línea eléctrica, mayor era el riesgo.

¿Cuándo existe riesgo?

Siempre que hay una exposición a radiaciones de líneas eléctricas, estaciones transformadoras, aparatos eléctricos, antenas de telefonía, radio, televisión... existe un riesgo, que, dependerá de las dosis recibidas y de la capacidad de respuesta del organismo. Los niños son, evidentemente, mucho más sensibles a los nocivos efectos de estas exposiciones, sobre todo cuando son prolongadas. La contaminación electromagnética se considera más peligrosa por la noche, cuando el cuerpo está en reposo y es más vulnerable ya que se segregan una serie de sustancias vitales (melatonina...) para el correcto funcionamiento del organismo que se ven alteradas si estamos sometidosa estas radiaciones. También aumenta el riesgo cuando nos encontramos sometidos a situaciones de estrés, cansancio, enfermedad...



¿A partir de qué dosis existe riesgo?

Es difícil establecer un límite seguro, ya que se ha ido comprobando que los valores considerados seguros han sido, una y otra vez, superados por la realidad y se han tenido que ir rebajando las dosis aceptables. Por tanto, tal como dije al juez en uno de los casos en que he estado como perito, la única dosis segura es la 0, es decir no estar expuesto a radiaciones artificiales. A partir de ahí considero que hay muchos condicionamientos que hacen que unas dosis puedan considerarse peligrosas o no. La edad, el estado de salud, la hora en que se recibe, el tiempo de exposición... Sin embargo existe bastante unanimidad en el mundo científico independiente de que a partir de los 2 mili Gauss (200 nano Teslas - 0.2 microteslas), nos enfrentamos con un aumento del riesgo con respecto a las personas no irradiadas. Aunque debemos tener en cuenta que hay personas mucho más sensibles y que en valores inferiores pueden mostrar síntomas y trastornos en su salud.

¿Cómo podemos valorar los riesgos a los que estamos sometidos si no disponemos de instrumentos de medición?

Cuando no disponemos de aparatos de medición, lo cual es lo más frecuente, hay otra formas de valorar si nuestro hogar está contaminado.

Si vivimos encima a cerca de un transformador de la compañía eléctrica, probablemente las dosis que recibirá nuestra vivienda serán más elevados que los que el principio de precaución aconseja, al igual que si estamos cerca de una línea eléctrica de alta tensión. De la misma forma debemos alejarnos de aparatos eléctricos que se encuentren enchufados, en muchos casos hasta un metro de distancia como mínimo (radiorreloj, televisor...). Los aparatos que funcionan a pilas no emiten ninguna radiación.

Las antenas de telefonía, radio y televisión irradian radiofrecuencias más o menos intensidad dependiendo del tipo de antena, frecuencia, potencia, altura con respecto a nuestra vivienda, obstáculos y distancia: la distancia es la mejor solución a la radiación. Cuanta mayor sea la distancia de una fuente emisora menor será la radiación que recibamos, aunque en el caso de las antenas debemos de tener en cuenta los otros condicionantes citados

¿En España se han realizado investigaciones sobre los efectos de las radiaciones?

Entre otros, José Luis Bardasano, director del "Instituto de Bioelectromagnetismo Alonso de Santacruz" de la Universidad de Alcalá de Henares, ha realizado distintos trabajos sobre los efectos de los campos electromagnéticos y ha comprobado que el funcionamiento de la glándula pineal se altera por efecto de los campos electromagnéticos artificiales. Esta glándula segrega la hormona melatonina, parte fundamental del sistema inmunológico, y que regula el crecimiento celular.

Se realizado algunos trabajos en laboratorio, junto con el profesor Nuñez, en la Universidad de Biológicas de Valencia, en los cuales comprobamos la respuesta de estrés en los organismos expuestos a campos electromagnéticos similares a los que reciben muchas personas diariamente. Asimismo, comprobamos una menor respuesta inmunológica. La exposición a campos electromagnéticos favorece la aparición de procesos infecciosos y alergias, y favorece el crecimiento anómalo de las células.

Podemos medir en tu domicilio esos Campos Electromagnéticos para ver si están afectando o son perjudiciales para tu salud, la de tu familia o la de tu empresa, por el contrario si no te afectan, te podemos indicar como mejorarlos, lo cual te dará más tranquilidad y mejor calidad de vida.

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